25 de Noviembre. Combatimos Juntas todo tipo de violencia machista

Grupo de Género Asamblea Logroño

Hoy queremos recordar que un 25 de noviembre de 1981 dentro del marco del Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, nuestras compañeras establecieron esta fecha como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Lo hicieron en homenaje a las hermanas Mirabal brutalmente asesinadas por su valiente lucha contra la dictadura del sanguinario Trujillo.

Hoy, 30 años después, las mujeres seguimos sufriendo el garrote dictatorial desde la manera más cruenta y expresa hasta las formas más encubiertas y sutiles.

Es seguro que hoy el dato más repetido desde los medios de comunicación de masas, cuya labor se reduce al mero conteo de asesinatos, así como desde las concentraciones convocadas por las instituciones hipócritas, será el de las 54 mujeres asesinadas por violencia machista en el Estado Español a lo largo de este año. Concentraciones con vocación de maquillaje, de marketing organizadas desde arriba, desde las propias instituciones patriarcales y capitalistas que ejercen, promueven y perpetúan nuestra situación de opresión. Unas instituciones que se empeñan en ocultar el carácter estructural, histórico y social de estas violencias y que se vanaglorian de unas leyes a toda vista insuficientes, con unos raquíticos presupuestos, con una letal escasez y calidad de recursos, unas leyes que dejan fuera a mujeres víctimas de violencia sexual, desde el acoso a la violación, a mujeres coaccionadas al tráfico de personas, a mujeres que sufren malos tratos ejerciendo la prostitución, y, tristemente, a un largo etcétera de mujeres.  Por todo ello, nosotras nos negamos a que nuestros cadáveres se cubran de flores vanas y envenenadas, siquiera por un día, nos negamos a servir de pretexto para encubrir las políticas que nos mantienen bajo el yugo patriarcal.

Mitos del amor romántico

Grupo de Género Asamblea Logroño

Un mito es una historia, una fábula simbólica, simple y patente, que resume un número infinito de situaciones más o menos análogas. El mito permite captar de un vistazo ciertos tipos de relaciones constantes y destacarlas del revoltijo de las apariencias cotidianas. En un sentido más estricto, los mitos traducen las reglas de conducta de un grupo. El mito se deja ver en la mayor parte de nuestras películas y novelas, en su éxito entre las masas, en las complacencias y los sentimientos que despiertan, en nuestros sueños de amores milagrosos. Vive de la misma vida de los que creen que el amor es un destino, que nos ha de consumir con el más puro y más fuerte y más verdadero fuego, que arrastra felicidad, sociedad y moral. Vive de la misma vida que nuestro romanticismo.

Un conjunto de procesos, muchas veces ignorados y ocultos, habrían convertido a la mujer burguesa o, o en un sentido más amplio, al eterno femenino, en una imagen universal, histórica y natural. La construcción del mito del amor romántico forma parte de esos procesos ignorados y ocultos de ejercicio del poder a través de lo subjetivo. A través de distintos mecanismos y tecnologías se pone en marcha este dispositivo de feminización, adaptando y sometiendo a las mujeres al sistema de género y a una determinada forma de entender el amor, la feminidad y la masculinidad en nuestra sociedad.

Entre esos mecanismos, destaca la educación sentimental, transmitida mediante la música, el boca a boca,… cuya función es vincular el deseo, los sentimientos, principalemente de las mujeres, a la construcción de la familia nuclear burguesa cuyo principal objetivo es mantener a las mujeres en el espacio privado del “hogar”. Convencer de lo importante del amor y de cómo éste debe terminar en el matrimonio (siempre heterosexual) y ser eterno insistiendo en la idea de que éste es intrínseco, natural en la construcción del ser mujer.

Cine forum. Combatimos juntas todo tipo de violencia machista.

Grupo de Género Asamblea Logroño

Papás y mamás, Moisés Romera y Marisa Crespo (Proyecta films)

Sueño de una mujer despierta, Azucena de la Fuente.

Corto “Amores que matan” Iziar Bollaín